"La capacidad de cuidar del otro es lo que le da a la vida su sentido y
su significado más profundo"
- Pablo Casals
“La mujer, de tiempo en
tiempo y como por instinto, apretaba contra sí al chico, palpándole suavemente con su
mano descarnada, denegrida y temblorosa.”
(En tranvía, p. 483, líneas: 79-81)
Este
cuento me cautiva, me impresiona y me conmueve la forma tan real que la
escritora describe a las personas y a la sociedad burguesa en este caso. Sin
embargo, me da la impresión de que aunque es muy real y describe muchos aspectos
crudos y desagradables de la sociedad del siglo XIX en España, no es tan pesimista sino que tiene matices de compasión, ternura y
calidez.
Por
eso quiero hablar un poco acerca de lo que percibí de la mujer y su pequeño. Me vino a la mente la pregunta siguiente: ¿Qué es lo que hace que esta mujer siga nadando
contra la marea y no sucumba ante sus desgraciadas circunstancias?
Y
luego, me llamó la atención que entre todo su desespero, su dolor y su miseria,
en sus brazos yacía el sentido de su vida, la razón de su palpitar: Su hijo.
Que ciego, o no ciego, ese pequeño ser es la fuente de su voluntad para
seguir existiendo en ese miserable destino que “lo acepta con feliz resignación”
(línea 68).
Los
seres humanos necesitamos darle un sentido a todas las cosas para poder existir.
Solemos tener la tendencia de llenar espacios, de poblar rincones inhabitados
de nuestra alma porque quizás sea nuestra naturaleza. Es por eso que esta vida,
no es vida si no le damos un significado al vivir. Para esta mujer, su hijo es
lo que le da sentido a sus días, a su lucha constante y a su vida.
Cuando
estábamos teniendo la discusión analítica en clase, pensé en el libro de “Man’s
searching for meaning” (el cual recomiendo ampliamente) del psiquiatra Viktor
E. Frankl. En este libro, el autor, por experiencia personal en los campus de concentración
nazi, explica como es que fue capaz de sobrevivir tan terrible experiencia. Y
fue por medio de encontrar un sentido o darle un significado a su existencia humana.
En el libro, el autor explica que todas las personas necesitamos descubrir
aquellas razones que, como la mujer del tranvía, nos hacen aferrarnos a esta
vida. Ósea, al igual que Jung, este psicoanalista explica
en su libro que TODOS necesitamos una razón existencial.
Estoy segura que todos
sin excepción, tenemos esas razones que nos empujan a salir
adelante en esta vida. Sea la existencia de una deidad superior, nuestros
padres, nuestras parejas, nuestros hijos, nuestro amor propio, etc. Cada razón
que nos impulsa a levantarnos cada día, alistarnos, salir de casa para trabajar,
estudiar, progresar, vivir, etc., es eso que le da significado a nuestra
existencia humana.
Nadie puede darte el
significado de tu vida pues es Tú vida y el significado ha de ser también
el que tú le des.
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