Saturday, December 8, 2012

Los pobres no son, aunque sean.



   Las chabolas en Madrid España   



“—Mira, Dionisio – decía Ezequiel en voz baja a su ahijado —. A don Marcelino y a doña Asunción, sí se les puede apuntar y fiar, porque son ricos. A los de las chabolas, no, porque son pobres. No olvides esto nunca.”  


-          Ana María Matute: Los de la tienda.



Siento que la degradación y la marginación del individuo de clase baja, representado por Manolito y los que viven en las “chabolas”, es un tema muy importante en ésta obra de Matute. Pienso que el causante principal de enseñar a Dionisio a ver o a trazar una diferencia entre esa clase social tan desfavorecida y la de ellos, es principalmente su tío Ezequiel.

En la mayoría de las situaciones, los adultos son los culpables de seguir inculcando en las nuevas generaciones las diferencias sociales y malas costumbres tan marcadas que nuestra sociedad presenta. 

¿Por qué plantar una opinión despectiva en Dionisio a cerca de los habitantes de las chabolas por su situación socioeconómica? Con el personaje de Dionisio podemos ver que cada individuo nace con esa parte sensible, caritativa y solidaria que nos nace ante personas en circunstancias adversas pero que muchos, con las influencias a nuestros alrededores, solemos apaciguar esos instintos naturales dando cabida así al desprecio e incluso al maltrato.

En clase, se habló acerca de una perdida de la inocencia por parte de Dionisio y pienso que sí, en efecto, la inocencia de Dionisio fue corrompida. Con el final de este cuento, Dionisio descubrió esa realidad cruel y despiadada de la que se resistía a formar parte a pesar de que su tío lo incitaba en más de una ocasión a pertenecer. Y mi opinión se basa en el hecho de que Dionisio, cuando se enteró de la desgracia del papa de Manolito, trató de ayudar a Manolito sinceramente  dándole todo el dinero de Ezequiel.  

Pero al final, con lo que el tío Ezequiel le hizo a Manolito, ante los ojos de Dionisio estoy segura que se cayó una cortina que guardaba su inocencia de niño y quedó expuesto a esa realidad tan injusta y salvaje de la que inevitablemente forma parte porque es en la sociedad en la que vive.

Me pregunto, ¿por qué luego vamos a quejarnos de los grandes males de nuestra sociedad si en la mayoría de los casos, somos nosotros mismos los culpables de tales? 


Thursday, November 29, 2012

La lengua de las mariposas









“Algo extraño estaba sucediendo. Todo el mundo parecía tener prisa, pero no se movía. Los que miraban hacia delante, se daban la vuelta. Los que miraban para la derecha, giraban hacia la izquierda.
…Buscaba con desesperación el rostro del maestro para llamarle traidor y criminal. Pero el convoy era ya una hube de polvo a lo lejos y yo, en medio de la Alameda, con los puños cerrados, sólo fui capaz de murmurar con rabia: ¡Sapo! ¡Tilonorrinco! ¡Iris!”

(La lengua de las mariposas por Manuel Rivas)






Por un momento me imagine estando en las calles de Galicia que Pardal mismo recorría ese día de Julio de 1936 cuando estalló la Guerra Civil Española. Imagino que todo era conmoción, ilógica, miedo, desespero y, ¡a saber que otros sentimientos encontrados más!


El autor Manuel Rivas describe la situación de la sociedad de Galicia en ese día tan marcado aún en la vida actual española, y creo que justamente esas serian las reacciones humanas que se vieran en tales casos. Pienso que cuando nos sobreviene de un solo golpe, un grupo de emociones “intensas”, solemos entrar en “trance” donde no sabemos que hacer porque no comprendemos lo que pasa exactamente. Justo como lo observó Pardal, “todo el mundo parecía tener prisa, pero nadie se movía”.


Los conflictos bélicos siempre causan incongruencia entre las acciones y los sentimientos de los seres humanos. En muchas de las ocasiones, se hacen cosas pero no porque es lo que se sienta sino porque es lo que se debe hacer y porque no hay otra opción. En el cuento, esto se muestra mucho con la reacción de las personas de irse a un bando contrario a sus ideales; Pardal, al igual que su papa, despreciando y agrediendo al profesor siendo que en realidad lo admiraban y respetaban mucho, etc. Y  creo que este tipo de reacciones humanas que se ven muy frecuentemente durante tiempos de guerras y conflictos porque al final no importa de que “bando” se esté, ambos siendo humanos, experimentan temor, melancolía, desesperanza y dolor.  


Con este cuento, recordé la película del pianista y me puse a pensar en como, a pesar de pertenecer a bandos “contrarios”, El Pianista al tocar una pieza musical al oficial alemán, expresa y transmite los mismos sentimientos que habitan en el alma de los dos: conmoción, dolor, impotencia y coraje aun cuando pertenecían a polos opuestos en la guerra.



 The Pianist - Ballade no.1 in G minor op.23 (HD)


Me pongo a pensar y me pregunto, ¿será que Pardal y el profesor tuvieron una experiencia similar con ese “adiós” y esa escena violenta tan dolorosa? ¿Habrá sentido el profesor también ese dolor, impotencia y coraje que sintió Pardal? 





Thursday, November 22, 2012

En tranvia - Pardo Bazan










Es difícil decir cual de todas las obras que hemos visto hasta ahora es mi favorita porque a decir verdad, todas me han gustado mucho. Sin embargo, “El tranvía” de Emilia Pardo Bazán fue la obra con la que pude conectarme un poco más.


Esa conexión quizás se debió a que la autora de la obra relata una vida cotidiana de algunos ciudadanos o personas. También porque la escritora examina los rasgos mas desagradables de la sociedad o del ser humano de una forma muy cercana a la vida real. El personaje de la mujer que se sube al tranvía para hablar a cerca de su vida y pedir ayuda, captó mucho mi atención.  Me llamó la atención lo que la autora describe en su mirada. Y pienso que todas las personas escondemos penas que no exteriorizamos pero que a través de los ojos, que son las ventanas del alma, podemos asomarnos y ver en el interior de cada persona. Percatarnos de esa tristeza o ese dolor que inunda el alma y asi poder ayudar o por lo menos comprendernos los unos a los otros de una manera mas SINCERA que quizas era lo que buscaba esta pobre mujer un poco de compasion sincera.


También, esta obra me hace recordar que solemos juzgar y catalogar tan fácilmente y muy a la ligera lo que podemos ver a simple vista delante de nuestros ojos.  Hubo diferentes reacciones en las personas del tranvía al ver a la mujer subirse y presentarse ante ellos con ese aspecto tan desaliñado y poco agraciable. En muchas de las ocasiones yo he cometido el inmenso  error de predisponerme ante cierto tipo de personas y como consecuencia suelo censurarlos, lo cual esta muy mal.


Pardo Bazán me hizo pensar en la frecuencia con la que solemos censurar lo que es diferente a nosotros. Quizás sea nuestro instinto natural hacerlo pero no por eso es justificable tal hecho. Sino más bien,  debemos aprender a ser mas tolerantes los unos con los otros, no censurar a las personas por las primeras impresiones que tengamos de ellas. Debemos de hacer un esfuerzo de mirar a esa ventana de sus almas y poder esforzarnos por comprender a éstas personas y llegar a ser una sociedad mejor, más tolerante y solidaria día a día. 





Wednesday, November 14, 2012




Cultura vive en nosotros





“En la melodía, como en el dulce, se refugia la emoción de la historia, su luz permanente sin fechas ni hechos. El amor y la brisa de nuestro país vienen en las tonadas o en la rica pasta del turrón, trayendo vida viva de las épocas muertas, al contrario de las piedras, las campanas, las gentes con carácter y aun el lenguaje.”

(Federico G. Lorca, “Las nanas infantiles, párrafo #6)




Turrón español




La vida cotidiana de las personas es la ventana a la historia de cada cultura. En lo personal, opino que la historia por excelencia no es aquella que se lee, se escribe o se dice sino la que se vive. Y pienso que García Lorca fue lo que quiso dar a entender en este párrafo de su ensayo “Las nanas infantiles”. 


 

En sí, pienso que el pueblo es la esencia de toda cultura; con esto quiero decir que sin el pueblo y sin sus costumbres, sus estilos de vida, sus ritmos de arte y música en todos los sentidos, ¿qué es lo que quedaría? Quedarían cascarones monumentales de piedra y nada más. Cada individuo en su misma sociedad está viviendo y contando su propia historia día a día. 



 
La verdadera forma de disfrutar y de aprender de una cultura y su historia, no es visitando lugares históricos sino experimentándola en conjunto con su gente. Conviviendo con las personas de ese lugar, se aprende más que leyendo cien libros. 


Dulces mayas


Mi cultura es la cultura mexicana, pero me apena decir que no supe lo que era realmente mi cultura sino hasta después de que llegue de mi misión. ¿Porque? Porqué me tomé el tiempo de convivir entre personas de diferentes niveles socioeconómicos, de aprender de sus maneras, de saber cómo pensabas. Fue en ese tiempo que mi paladar supo identificar y disfrutar los diferentes sabores pero más que nada a APRECIAR la diversidad. Antes, paseé por diferentes regiones de mi país, pero jamás logré penetrar mi cultura de la forma que lo hice durante la misión. 

 
 
Poc Chuc
Por esa razón, estoy totalmente de acuerdo con Lorca; se puede conocer, comprender y apreciar mucho más de la cultura Maya al ir al mercado central y saborearte un delicioso “Poc Chuc” junto con unos ricos “panuchos” acompañados de un rico y fresco “Balché” que ir a ver solamente las zonas arqueológicas de la península yucateca. 



Panuchos mayas



La mejor parte de la historia es la que vive, respira y se mueve en la gente. Es esa “melodía” y lirica que crean con el ritmo de sus vidas y los diferentes sabores, costumbres, bailes y rituales que perduran a través de los anos hoy en día. 







:)







Friday, November 2, 2012




"La capacidad de cuidar del otro es lo que le da a la vida su sentido y 
su significado más profundo" 
- Pablo Casals




“La mujer, de tiempo en tiempo y como por instinto, apretaba contra sí al chico, palpándole suavemente con su mano descarnada, denegrida y temblorosa.”

(En tranvía, p. 483, líneas: 79-81)






Este cuento me cautiva, me impresiona y me conmueve la forma tan real que la escritora describe a las personas y a la sociedad burguesa en este caso. Sin embargo, me da la impresión de que aunque es muy real y describe muchos aspectos crudos y desagradables de la sociedad del siglo XIX en España, no es tan pesimista sino que tiene matices de compasión, ternura y calidez.

Por eso quiero hablar un poco acerca de lo que percibí de la mujer y su pequeño. Me vino a la mente la pregunta siguiente: ¿Qué es lo que hace que esta mujer siga nadando contra la marea y no sucumba ante sus desgraciadas circunstancias?

Y luego, me llamó la atención que entre todo su desespero, su dolor y su miseria, en sus brazos yacía el sentido de su vida, la razón de su palpitar: Su hijo. Que ciego, o no ciego, ese pequeño ser es la fuente de su voluntad para seguir existiendo en ese miserable destino que “lo acepta con feliz resignación” (línea 68).  

Los seres humanos necesitamos darle un sentido a todas las cosas para poder existir. Solemos tener la tendencia de llenar espacios, de poblar rincones inhabitados de nuestra alma porque quizás sea nuestra naturaleza. Es por eso que esta vida, no es vida si no le damos un significado al vivir. Para esta mujer, su hijo es lo que le da sentido a sus días, a su lucha constante y a su vida.

Cuando estábamos teniendo la discusión analítica en clase, pensé en el libro de “Man’s searching for meaning” (el cual recomiendo ampliamente) del psiquiatra Viktor E. Frankl. En este libro, el autor, por experiencia personal en los campus de concentración nazi, explica como es que fue capaz de sobrevivir tan terrible experiencia. Y fue por medio de encontrar un sentido o darle un significado a su existencia humana. En el libro, el autor explica que todas las personas necesitamos descubrir aquellas razones que, como la mujer del tranvía, nos hacen aferrarnos a esta vida. Ósea, al igual que Jung, este psicoanalista explica en su libro que TODOS necesitamos una razón existencial.  

Estoy segura que todos sin excepción, tenemos esas razones que nos empujan a salir adelante en esta vida. Sea la existencia de una deidad superior, nuestros padres, nuestras parejas, nuestros hijos, nuestro amor propio, etc. Cada razón que nos impulsa a levantarnos cada día, alistarnos, salir de casa para trabajar, estudiar, progresar, vivir, etc., es eso que le da significado a nuestra existencia humana. 

Nadie puede darte el significado de tu vida pues es Tú vida y el significado ha de ser también el que tú le des.