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El cantar de Mío Cid: CXXVIII Líneas
33-39:
“Tanta maldad meditaron los infantes de Carrión.
«Escuchadnos bien, esposas, Doña Elvira
y Doña Sol:
Vais a ser escarnecidas, en estos montes las dos,
nos marcharemos dejándoos aquí a vosotras, y no tendréis parte en nuestras
tierras del condado de Carrión.
Luego con estas noticias irán al Campeador
Y quedaremos vengados por aquello del León.
»”
Me parece una tremenda canallada lo que fueron
capaces de hacer por “venganza” los infantes de Carrión al Cid. Como venganza a
una supuesta “humillación” que, según ellos, les hizo sufrir el Cid cuando pasó
el suceso de los leones.
Dentro de su naturaleza, el ser humano tiende a ser
misericordioso y generoso pero también vengativo y cruel. Y resulta lamentable
cómo en ocasiones, el ser humano se deja llevar por sus pasiones y se torna
malvado y mezquino, dominado totalmente por los sentimientos de odio, venganza
y violencia que fue lo que pasó en esta parte del texto. En el mundo actual,
sigue habiendo este tipo de sentimientos negativos que, me atrevo a decir, han
sido muchas de las causas de los grandes males a lo largo de la historia de la humanidad;
guerras, contiendas, riñas, atrocidades, etc., han sido el producto de ambiciones,
celos, traiciones, y cuanto más. No puedo comprender como fueron capaces los
infantes de Carrión de seguir con su plan de venganza tan cruel después de que
el Cid les expreso su cariño y su agradecimiento por tomar como esposas a sus
hijas. En mi punto de vista, los infantes de Carrión representan la podredumbre
de una sociedad sin principios ni moral.
Las hijas del Cid por Dióscoro Puebla |